Thursday, September 4, 2008

Las malas noticias nunca vienen solas

Cuando después de una ecografía de rutina a las 20 semanas nos dijeron que Lucas podría venir con "Síndrome de Down" pensé que iba a morirme de la pena.
Mi cabeza me decía que no podía ser y traté de agarrarme a la esperanza de que había sido un error médico y que finalmente nacería bien, sano y perfecto.
Ramón y yo pasamos 15 días horribles esperando, meditando los dos en silencio pero no adelantándonos a los acontencimientos, ¡ni siquiera queríamos hablar del tema!.
(Llegado a este punto tengo que decir que no creo para nada en las casualidades, y que yo veía por todas partes los carteles con la campaña Cambia el Modelo que hizo la Fundación Madrileña de Síndrome de Down y por otro lado cada vez que me fijaba en una matrícula de un coche siempre terminaban en SD o en DWN)
La mañana de mi amnio, el 4 de septiembre de 2007, a mi marido Ramón se le murió su madre después de sufrir durante más de 10 años la enfermedad de Alzheimer. Pero él resolvió junto al resto de mi familia que por mi bien y el de mi hijo era mejor no decirme nada.
Esa misma tarde , sin que yo supiera nada, acudimos junto con mi madre al centro Delta. Ramón estaba contento, tranquilo y confiado en que todo iba a salir bien. Él miraba en la pantalla al bebé mientras me extraían el líquido amniótico y sonreía cuando Lucas asomaba su carita. No le noté nada extraño en su actitud, y me tranquilizaba y cuidaba todo el tiempo.
Cuando me dejó en casa de mi madre, me puso el pijama y se encargó de que estuviera acostada, quieta y sin moverme, me dijo que Paquita, su madre, "estaba muy malita" y que se iba a la residencia corriendo a verla….Más tarde en una de mis llamadas para saber cómo estaba me enteré que ya había fallecido por la mañana y por el reposo absoluto de la amnio no pude acompañar a mi marido ni al tanatorio, ni al funeral del día siguiente.
Fueron sin duda de los peores días de nuestra vida…(aún así mi marido no paraba de hacer bromas al teléfono y animarme para que me mantuviera calmada) y a él en el peor trance de vida como es perder a una madre, sólo le mantenía contento y sereno la esperanza que éste bebé viniese bien..…

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