Thursday, September 4, 2008

Confirmación

El tercer dia de reposo de la amnio ( dos dias después de la muerte de Paquita) nos llamaron del laboratorio genético y nos dijeron que teníamos que ir a recoger las pruebas del resultado FISH ( resultado rápido de la amniocentesis que se obtiene a las 24 h de la intervención) , y que era mejor que fuéramos a consulta a hablar con el médico.
Supimos que algo no iba bien ya que normalmente estos resultados te los dan por teléfono.
Cuando nos lo confirmaron en consulta lo consideré el peor palo que la vida me había dado jamás. Ese día el mundo se nos puso del revés y lloramos todas las lágrimas que nos quedaban.
(por si fuera poco , Ramón me comentó que, a pesar de lo que habíamos hablado en las últimas semanas sobre tener el hijo viniera como viniese, no iba a ser capaz de “sufrir” más desdichas y que no tenía claro lo de seguir adelante con el embarazo. Tal y como se habían desarrollado las cosas no podía juzgarle en absoluto y comprendía sus sentimientos perfectamente)
Estábamos en la semana 21 de embarazo y nos tocaba decidir en apenas una semana más qué hacíamos.
A mí solo la idea de abortar me producía un rechazo brutal……..No lo enfoqué desde el punto de vista religioso, porque aunque estoy educada en la religión católica, en éste caso creo que es una cuestión diferente.
Además cada vez que pensaba en el tema y sobre qué ibamos a hacer finalmente, Lucas me daba un golpecito en la tripa recordándome que él estaba allí, y que no hiciésemos como si él no estuviera…
Solo dudé un día sobre la conveniencia de poner fin al embarazo, y fue porque me planteé si merecía un sacrificio por mi parte renunciar a mi hijo, el hecho de que mi marido pudiera vivir de una vez feliz y sin problemas y sin soportar más desdichas que las que le ha tocado vivir hasta ahora. Pero no tenía claro que ese sacrificio le fuera a hacer a él más feliz y le fuera a evitar desgracias futuras..ni tampoco me aseguraba así que fuéramos a estar juntos de por vida…..
Fui entonces consciente de que aferrarme a la idea de tener a Lucas, me podía costar el matrimonio, pero me arriesgué por un motivo: Conozco a Ramón lo suficiente como para asegurar que éste niño le iba a hacer muy feliz , inmensamente feliz.
Sé el espíritu de sacrificio que él había demostrado con su madre y su padre y no me cabe ninguna duda que es el mejor padre que le ha podido tocar a mi hijo. Además él ya quería a su hijo y no fue capaz de darme un argumento convincente (ni convencido) de porqué no lo quería tener.

Yo me sentí madre prácticamente desde el inicio del embarazo (Lucas además se movía como una lombriz casi desde la semana 12!)
pero en esos días críticos mi pequeño me hizo sentir muchas cosas más: una fuerza inmensa , un valor, un coraje, una energía y unas ganas que no había tenido jamás….Tal como le dije a mi marido para mí la responsabilidad de ser padre comienza antes de traer un hijo al mundo. Empieza cuando lo deseas, cuando decides tenerlo y lo concibes. A partir de ahí ya no está en tu mano nada más.
Empecé a pensar en que lo que menos me importaba era como fuese mi hijo , y a dar más importancia al milagro de tenerlo, de traerlo al mundo. Mi corazón empezó a aceptarle fuera cual fuese su condición y sus circunstancias, pero a pesar de que yo estaba convencida, quería que la decisión fuese de los dos.

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