Parece que fue hace un siglo cuando llegaste a nuestras vidas, tanto que no recuerdo muy bien qué hacíamos antes de que llegaras a ellas, pero sólo han pasado 365 días.
Para nosotros han sido días fáciles, plácidos, felices. Has estado pachucho poquito tiempo, asi que contigo practicamente no hemos sabido lo que son las malas noches de un bebé ( aunque esta semanita no hemos pegado ojo porque tus muelas no se deciden a salir y ¡pobre mío! te han tenido martirizado).
Eres fuerte y tienes buena salud (gracias a Dios y le pido que sigas así por mucho tiempo más)
Te has adaptado de maravilla al cole, sin llorar y disfrutando de todo lo nuevo y excitante que te ofrece cada día. Sonríes cuando entras por la puerta y ves a tus compis y también cuando voy a buscarte cada día y te despides de todo.
Comes de lujo, te gusta casi todo y aceptas de buen grado las cosas nuevas.
Tienes un carácter alegre, paciente, cariñoso, más bien mimosón, (aunque a veces te pones un poco terco y obstinado). Eres pillo y juguetón, y sobre todo muy curioso, todo te llama la atención asi que es muy fácil enseñarte cosas nuevas.
Te gusta la gente, sobre todo los bebés y los niños a los que enganchas en cuanto te ven.
Aceptas de la mejor manera posible tus horas de terapia y ejercicios caseros, aunque a veces acabas reventado y no quieras hacer más ( normal, ¡solo eres un bebé!).
Avanzas en cada nuevo hito poco a poco pero con mucho tesón y voluntad.
Además eres un tío guapo con unos ojos entre azules, grises y verdosos, un precioso color indefinido que cambia con la luz.
Estamos encantados de que estés con nosotros, nos gusta cómo eres y nos gustaría que tú también fueses feliz a nuestro lado.
Aunque haya días que se hagan un poco más cuesta arriba, queremos seguir acompañando tus progresos, cuidándote, dándote cariño, juegos, terapia, risas y sobre todo mucho mucho amor.
Gracias por existir.
un beso grande, y ¡a por otro año juntos!
Mamá
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