Monday, February 21, 2011

nos tocó llorar

Pues sí, otra vez más. Me cuesta mucho escribir esta entrada sin que se me salten de nuevo las lágrimas. Lo cierto es que quiero escribirla porque quiero repetirme que éste tipo de situaciones nos pasarán muchas veces, y quiero estar curada de espanto....y no llorar, pero no puedo, no pude ME SUPERÓ.
Sucedió en el cole de mis sobrinos, fuimos como otras veces a buscarlos, y como otras veces a las amiguitas de mis sobris se les abrieron las carnes cuando vieron aparecer a Lucas, todas se lo rifan, le quieren coger, le agarran de la mano, le piden que diga cosas, ¡que rico es! ¡que mono es! no paran de decirme .
Luego las niñas le llevaron a conocer a un niño de su clase al que no conocíamos de antes y él de repente les dijo ¿ este es tu primo "el subnormal"? y lo volvió a repetir unas cuantas veces. EL SUB-NOR-MAL . Muchas veces se lo había oído decir a mucha gente para referirse a otros, "este tío es subnormal", éste es mongólico", ¡es algo tan común! confieso que me choca cada vez que lo oigo, pero entiendo que no va con nosotros y no me molesta especialmente. Pero ésta ha sido la primera vez desde que nació Lucas que se referían a él como subnormal, y tengo que decir que me dolió oirlo como si me hubieran abofeteado. Estupefacta e impresionada sólo pude replicarle al niño , diciéndole que Lucas no es subnormal, que tiene el Síndrome de Down que es muy diferente.
Fue lo último que pude decir, porque me salí a llorar. Me repetía todo el tiempo, tratando de contener las lágrimas para que no me viesen mis sobrinos , que solo era un niño, que solo tiene 8 años, pero sigo sin concebirlo y me gustaría gritarle a sus padres, a las educadoras de éste y de todos los niños del mundo que las palabras maldichas, malsonantes y malentendidas pueden herir mucho a la gente. De momento Lucas no entiende ni sabe qué le dicen. Espero que para cuando lo entienda estemos en una sociedad integradora y que sólo la oiga para saber que es una palabra del pasado, en desuso y sobre todo completamente ajena a él.

6 comments:

  1. A nosotros *aún* no nos ha ocurrido, pero puedo ponerme en tu piel perfectamente.

    Mucho ánimo, no es culpa del niño como apuntas. Si alguna vez tienes ocasión, anima a sus padres a hacerle entender al niño la diferencia.

    ¡Un fuerte abrazo!

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  2. A mi me pasó solo una vez y voy a ser sincera, lloré durante días, pero fue santo remedio, aprendí a afrontar la situación y el mundo me resbala. No nos queda otro remedio más que preparar a nuestros hijos para que den cortes y si lo hacen el resto del mundo les respetará.
    Tristemente vivimos en un mundo donde la gente no tiene educación y es muy ignorante.

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  3. gracias por los ánimos chicos! Supongo que nos toca "educar" a la Sociedad en éste y otros aspectos. quizá soy demasiado inocente y pienso que se está consiguiendo la integración, pero cuando me topo con éstas u otras situaciones cotidianas me doy cuenta que aún queda mucho por hacer. Quizás es el sacrificio que nos toque hacer para que en el futuro no lo sufra más gente. Por eso me parece importante contarlo y difundir los mensajes para que le lleguen a cuanta más gente mejor!

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  4. Cuando he leído el post me he sentido agredido y eso que no soy familia de Lucas, te entiendo y seguramente yo también me hubiera puesto a llorar, pero piensa que la culpa es de los padres o de la sociedad que no prepara a las personas, cada vez somos menos reflexivos y decimos lo primero que nos viene a la cabeza, el vocabulario de ese niño es muy limitado y deberían escoger muy bien las palabras que incluyen en el, sinceramente, creo que esa palabra debería desaparecer (como muchas otras) del diccionario de alguien que no fuese médico, pienso también que dentro de la educación deberían incluir una asignatura de humanidad y convivencia con el entorno, en la que los deberes los tuvieran que hacer los padres en casa, quizás así creceríamos un poco todos y conseguiríamos que los niños no fuesen tan incisivos.

    Un beso muy fuerte Mónica y que sepas que te apoyamos mucha mas gente de la que crees

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  5. ¡Madre mía, lo que nos queda por aprender y enseñar a nuestros hijos! Sólo espero que las generaciones como la de Violeta (que ha tenido la gran suerte de compartir aula con Lucas), y nosotros mismos, los padres que los educamos, sepamos de una vez aprender y enseñar a respetar. UN BESAZO.

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  6. Primero un besote muy grande, vaya mal rato!. Algunas veces cuando estamos en el parque y juega con niños más mayores y me doy cuenta de que miran sus rasgos, me entra un poco de nerviosismo. Hace unos meses una niña le dijo a otra, mira este niño creo que tiene una enfermedad mira su cara, yo le explique que tenia SD, que no era una enfermedad, lo único que a Mitchel le costaba un poquito más cositas como andar, hablar, pero que con ayuda las consigue todas (por supuesto la explicación con un nudo en el estomago,mordiendome los labios, para no salir corriendo a llorar) y bueno estuvieron jugando con Mitchel, por supuesto le querian enseñar todo!! unos amores de niñas. Un abrazo muy fuerte.

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